Entrevista a José Mourinho en la revista GQ UK de abril (Segunda Parte)

domingo, 20 de abril de 2014



Texto: Paul Henderson / Fotografías: Rick Guest / Estilismo: Tanja Martin

Él sabía que iba a ser un reto, pero como dijo al reunirse con la prensa británica por primera vez  "Si yo quisiera tener un trabajo fácil me habría quedado en el Oporto, con mi hermoso trono azul, el trofeo de la Champions League, Dios, y después de Dios, yo"

Tres exitosas temporadas en el Chelsea (con dos Premier League, dos League Cup y una FA Cup), fueron seguidas por dos en el Inter (donde ganó la Serie A en su primera temporada y completó el triplete en la segunda) y otros tres en el Real Madrid (ganando La Liga de los récords, una Copa del Rey y una Supercopa de España) antes de que Mourinho anunciara que regresaba al club donde fue más feliz.

¿Te sientes muy diferente en tu vuelta al Chelsea? "Oh, sí. Cuando llegué en 2004, el Chelsea no había sido campeón, no había ganado ningún título desde hacía 50 años. La siguiente década estuvo llena de éxitos. Este momento es diferente, ya que sólo tres o cuatro jugadores de mi primera época en el Chelsea aún permanecen en el equipo. Así que estamos tratando de construir uno nuevo y comenzar otro período de éxito."

¿No pensaste que después del Inter y el Real Madrid, tu siguiente movimiento debería haber sido el Manchester United? Mucha gente pensó que es el sucesor obvio de Ferguson en Old Trafford... "Pero yo no. Nunca pensé en el Manchester United. Yo quería cerrar el círculo, ganar todos los títulos en Inglaterra, Italia y España y entonces habría terminado con mis metas personales. Después de eso, quería volver de nuevo a donde más me gustó estar, donde fui más feliz. Y es por eso que estoy de vuelta en el Chelsea. Nunca quise entrenar en un nuevo club, empezar de nuevo desde el principio y luego decidir si me gustaba."

Como manager que recientemente cumplió 50 años, ¿Crees que has madurado con la edad? "No, creo que me controlo más emocionalmente hoy en día. Estoy más equilibrado, creo. Así que los altos y bajos son mucho más fáciles de sobrellevar emocionalmente. Cuando eres más joven sientes que tienes que mostrar a los jugadores que eres el jefe... hacerte valer para que sepan quién está al mando. Cuando estuve por primera vez en el Chelsea no tenia una gran cantidad de títulos que me respaldaran, así que tenía que ser más contundente. Pero después, con el éxito y la experiencia, los jugadores lo aceptan más. Ellos entienden que yo soy el líder, el jefe... yo no tengo que gritar y gritar todos los días para convencerlos de esto."

¿Se puede ser amigo de los jugadores? Sir Alex Ferguson me dijo que un manager nunca podría hacer eso. "Sí, definitivamente. Yo puedo ser amigo de un jugador y dejarlo fuera del equipo, sin problemas. Después de eso, le corresponde al jugador decidir si él todavía quiere ser mi amigo o no. Si son capaces de comprender que yo soy el jefe y tengo que tomar decisiones difíciles, entonces vamos a ser muy buenos amigos. Pero al final, mi filosofía no cambiará nunca: somos un equipo y las personas están aquí para hacer el mejor equipo."

¿Y cómo manejaste a un chico como Mario Balotelli? Dijiste que te volvió loco en el Inter, pero es obvio que te gustaba. [Risas] "Yo creo que hay que disfrutar de esas situaciones, especialmente cuando se trata de niños. Algunas personas piensan que son hombres porque cobran grandes salarios y tienen nombres importantes... pero hay que recordar que ellos son sólo niños, que cometen errores y tienes que estar ahí para ellos. A veces hay que ser muy duro y otras veces blando, tienes que encontrar un delicado equilibrio."

Para los acompañantes de Mourinho al parecer ha llegado el momento de ser muy duros. Mientras el técnico habla con pasión, inteligencia y honestidad de todo menos de ropa, alguien me da un golpecito en el hombro y me susurra al oído: '¿Podemos, por favor, centrarnos en las preguntas sobre moda como acordamos?' ¡Ups!

Para ser justos, de todos los entrenadores del fútbol británico actual no hay ninguno que vista como Mourinho. Cuando llegó por primera vez a Inglaterra, se hizo famoso no sólo por su buena apariencia, sino también por su atractivo. Vestía trajes de buen corte, prendas de punto italiano, mocasines y ese abrigo, el famoso abrigo de color gris que llevaba en la banda, que inspiró cánticos a los aficionados de los equipos rivales y que se encuentra en el museo del Chelsea. Mourinho está convencido de que sus gustos sobre ropa no han cambiado tanto.

"A mi me gusta usar ropa casual, pero me gusta la buena calidad" - dice para deleite y alivio de sus acompañantes. - "La calidad de un producto es aún más importante que como me siente. No voy a ser un chico de 20 años nunca más, pero quiero vestir de forma deportiva y discreta. Supongo que soy como los jugadores a los que les gusta usar las botas perfectas y los calcetines más cómodos. Cuando estoy en la banda quiero sentirme bien, quiero tener el cuello perfecto, usar el color adecuado... y Porsche Design hace ropa que realmente me gusta y que me hace sentir bien."

El acompañante de Porsche Design sonríe con orgullo. Animado, prosigo con nuestra alegre charla sobre moda. Has trabajado en tres ciudades de moda: Londres, Milán y Madrid. ¿Fue eso lo que te inspiró a probar su suerte en el modelaje? [Mourinho ríe]. "Milán sí, Londres sí pero, para ser justos, nunca sentí que Madrid fuese una ciudad de la moda... estuve allí durante tres años y nunca sentí eso." - El acompañante se estremece - "Pero en realidad no me preocupo por lo que está a la moda y lo que no... lo importante para mí es que me gusta el lugar, me gusta la gente, me gusta la mentalidad, y yo fui muy feliz aquí en Londres, así que estoy seguro de que mi regreso es la decisión correcta."




¡Ahora Mourinho está llevando la conversación hacia el fútbol! No te preocupes, pensé enviando un mensaje mentalmente al acompañante, puedo llevarlo de vuelta. Así que José, ¿Hay otros managers que pienses que visten bien? "No tengo idea" - responde un poco desconcertado - "Todos son buenos chicos y casi todos ellos son mis amigos, pero durante el partido no miro a mi alrededor para ver lo que llevan puesto."

El acompañante se estremece de nuevo. Hey - Pienso para mí mismo - eras tú el que quería esto. Un intento más... En tu armario, ¿Hay prendas por las que tienes un apego sentimental? [Mourinho sonríe]. "Sí, tengo tres cosas que guardé, las llevaba en las dos finales de Champions League que gané y luego nunca más las usé. Dos pares de zapatos: un par de Prada y un par de Tod's, dos relojes: uno de Adidas y otro de Hublot y dos corbatas que simplemente eran las corbatas del club."

En la mención de las otras marcas rivales los acompañantes se hunden más profundamente en sus asientos. No me dieron un golpecito en esta ocasión, pero si lo hicieran el mensaje sería: deja de hablar de la moda.

Volvemos al fútbol entonces... Después de haber tenido tanto éxito, ¿Hay algo que todavía quieres lograr? "Mis ambiciones son las mismas. Quiero tener éxito, quiero ganar títulos, quiero que los seguidores de mi equipo sean felices, quiero ayudar a los jugadores a tener grandes carreras. Eso no ha cambiado. Lo que ha cambiado es que ya no tengo el deseo de trabajar en diferentes países ni para diferentes equipos. Mi familia me apoyó en eso y creo que fue una buena experiencia... pero fue difícil para ellos."

Y después del Chelsea, ¿Podrían convencerte para trabajar en la Selección de Inglaterra? "Mi opinión es que los equipos nacionales son para las personas de esa nacionalidad. Yo sería feliz si el seleccionador de Inglaterra, fuese siempre un hombre inglés. Si tengo que entrenar a un equipo nacional Portugal sería mi primera elección, pero mi segunda opción sería definitivamente Inglaterra. El único problema es... ¡Que no me gusta ese trabajo! Se trata de un trabajo con sólo uno o dos partidos cada dos meses y hay que esperar dos años para jugar una competición real. Tengo que estar cansado para hacer ese trabajo y por el momento estoy muy lejos de estar cansado."

José Mourinho puede no estar cansado, pero sus acompañantes si. Cansados, específicamente, de que todavía hablemos sobre el fútbol. Está claro que Mourinho no ha perdido nada de su apetito por la lucha del fútbol. Desde que ha vuelto al Chelsea se ha reafirmado a sí mismo como el hombre del club, volviendo a hacer al equipo candidato al título, vendiendo felizmente a uno de los jugadores más populares de los fans a los llamados 'rivales' del Manchester United (con un roce con Wenger durante el proceso) y ganando una guerra psicológica a Manuel Pellegrini, el entrenador de los favoritos a ganar los títulos esta temporada.

Y sin embargo, Mourinho sigue diciendo a todo el que lo quiera escuchar que no habrá trofeos para su equipo esta temporada. The Special One, convertido en The Happy One, dice que él está de vuelta para bien. "Quiero mucho esto. Hice todo lo que quería hacer y ahora la decisión es volver al Chelsea con un equipo joven y hacer de ello mi próximo proyecto. Mi ambición en este momento no es hacer algo para mí mismo como quería antes, ahora quiero hacer algo para mi club. Por eso estoy aquí para quedarme por un largo tiempo."

Con los acompañantes señalando sus relojes como signo universal de 'se acabó el tiempo ¡Fuera!' No me resisto a preguntar a José por mi teoría futbolística favorita: ¿Cuánto de su carrera se lo debe al ya mencionado Gennady Krasyuk?. "¿Qué? ¿Quién es este tipo?" Pregunta Mourinho perplejo.

Me alegra que lo preguntes, José. El 9 de marzo de 2004 cerca del descanso en el partido de vuelta de la eliminatoria de Champions League entre el Manchester United y el Oporto, el equipo portugués está perdiendo 1 - 0, los marcadores están igualados en el computo global. Paul Scholes aparece para poner el marcador 2 - 0, pero él no lo hace porque el juez de línea ruso erróneamente indica fuera de juego. Mourinho parece aún más perplejo.

Como resultado, el marcador sigue 1 - 0 hasta el último minuto del partido, cuando el Oporto logra el empate y se clasifica para los cuartos de final, Mourinho corre por la banda de Old Trafford y su equipo gana el título. Sin Krasyuk, el Pporto no hubiese ganado la Liga de Campeones, Mourinho no conseguiría el trabajo en el Chelsea, no podría usar su éxito allí para trabajar en el Inter y luego en el Real Madrid. ¿Qué harás con esto?

Mourinho se ríe a carcajadas. "No me digas que fue por eso, ¡Yo he sufrido un Barcelona - Chelsea! ¡Un Chelsea - Barcelona!, ¡El Liverpool - Chelsea con el gol que no fue gol! ¡Un Bayern de Múnich -Chelsea con un gol en fuera de juego! ¡No me digas que por esa decisión tuve que sufrir todo esto! ¿Gracias a quién, a Gennady alguien, me han matado los siguientes diez años?"

Incluso con los acompañantes están riendo en este momento, le hago mi última pregunta. Brian Clough dijo la famosa frase: 'No creo que soy el mejor entrenador del mundo, pero estoy en lo más alto.' "Es fantástico" - Dice Mourinho con admiración. - ¿Es así como te sientes? "Yo no puedo decir lo mismo porque es una frase demasiado buena" - Me dice. - "Y Clough era realmente un grandísimo manager, así que ¿Por qué no iba a decir eso?"

Entonces ¿Cómo te calificas a ti mismo, José? [Sonríe de nuevo]. "Yo dije hace unos años que no soy mejor que ningún otro entrenador, pero nadie es mejor que yo... y yo sigo sintiendo lo mismo."

Con una actitud como esa, José Mourinho nunca pasan de moda.


Transcripción y Traducción: Angeles Amidala 
Todo el material (texto y fotografías) pertenece a GQ Magazine UK

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